domingo, 18 de noviembre de 2007

Han pasado 30 años

Han pasado treinta años desde el día en que un poco asustadas, pero entusiasmadas por el desafío que teníamos por delante, dejamos de ser alumnas del Sagrado Corazón.

En estos años cada una de nosotras ha vivido buenos y malos momentos, ha tenido grandes penas y alegrías, ha debido enfrentar situaciones difíciles, formar una familia, ejercer una profesión y cumplir con los miles de roles que la vida hoy nos exige como mujeres. Hemos tomado distintos caminos, pero tengo la certeza, de que, en el fondo siempre nos ha distinguido el haber sido formadas en el Sagrado Corazón.

Quiero en representación de todas mis ex compañeras, dar gracias a Dios por haber formado parte de este colegio, por haber aprendido aquí no sólo a leer y sumar, un poco de historia y algo de francés. Aprendí también a ser solidaria y a formar equipo jugando a “ las quemadas”, a ser tenaz cada vez que la Luz Gatica me deshizo un tejido, a no dejarme vencer cuando pasé varios días ensayando “la rueda” para gimnasia. Aprendí a compartir, dividiendo una marraqueta con dulce de membrillo en el recreo, a tener paciencia haciendo un trabajo de arte, a encontrar mi vocación en las clases de biología y el amor por la lectura en las de castellano. Aprendí el valor del trabajo, en el turno de lavado de platos de la cocina, y el respeto a los demás haciendo fila antes de entrar a la sala.

Aprendí el valor de la amistad, el significado de la lealtad, que el famoso lema “el deber ante todo el deber siempre...”es mucho más que una frase y el profundo sentido de la fe católica.

Son estas cosas que el colegio me enseñó, las que mas me han servido en la vida, las que me han acompañado estos años, y me han ayudado a levantarme cada vez que me he caído. Son estas cosas las que he tratado de inculcar a mis hijos, y por las que quiero en este día dar gracias a Dios.


Marcela Amenábar C.

17 de Noviembre de 2007.

1 comentario:

Monjas Inglesas 1977 dijo...

Querida Marcela: !Qué grata sorpresa ha sido encontrarme hoy con tus palabras en la página de nuestra promoción¡ He podido así escucharte nuevamente, esta vez con más calma,y,compartir tu amena y súper profunda reflexión. Te felicito de todo corazón. Fue un gusto haberte visto ayer... Un beso grande, María del Carmen Montaner B.